250 años

250 años

dos.En 1760 los frailes franciscanos edificaron la primera capilla, anticipo y sueño de la obra que llegaría tiempo después. Catorce años más tarde (1774) se la sustituyó por una iglesia erigida en la margen del río Las Conchas, bajo la advocación de la Inmaculada Concepción del Puerto de "Santa María de Las Conchas". 



Este templo tenía un aspecto muy similar al que actualmente existe en Tigre. Sus muros eran de adobe y el techo a dos aguas con tejas españolas, ostentaba en su frente, sobre el molinete, una cruz. A un costado había un pequeño campanario sostenido por gruesas vigas del Paraguay. Esta construcción se conservó hasta 1820, cuando se desplomó por el terrible temporal de aquel año.


Hace 250 años un grupo de fieles, encabezados por religiosos franciscanos y laicos1 como, Magdalena Bonelos y Don Diego Arana, movidos por su fe y su amor al Señor y a su Madre, se empeñaron en dedicarle a Dios un templo en estas tierras tigrenses, en la calle Liniers 1560. El 28 de marzo de 1774 vieron cristalizado este sueño, cuando el recién nombrado cura en propiedad de la Inmaculada Concepción del Puerto de Santa María de las Conchas, Domingo de Pessoa y Barragán, recibió las llaves del templo de adobe.


En estas dos centurias y media, la Inmaculada dio origen y existencia, engendrando nuevas comunidades que crecen y permanecen en las diferentes localidades que componen el partido de Tigre con sus islas. Mucha vida transitó por diversos escenarios: alegres y tristes, críticos y serenos, audaces y arriesgados. Porque llevar el Evangelio, ayer como hoy, es siempre una osadía.
 

Este proceso inacabable e intensamente profundo nos permite forjar lo que llamamos “comunidad”. Una comunidad que anima el territorio Parroquial. Lo dice con claridad el Catecismo cuando afirma: La parroquia inicia al pueblo cristiano en la expresión de fe,  le enseña la doctrina salvífica de Cristo, celebra la Eucaristía y vive la caridad del Señor en obras buenas y fraternas, especialmente con los más necesitados.